REGENERACIÓN DE BARRICAS

REGENERACIÓN DE BARRICAS POR OZONO

Los barriles se utilizaron en el pasado para conservar, y transportar productos muy diversos, ya que debido a su forma podían rodarse. Hoy en día, el uso de los toneles ha sido relegado a la crianza de vinos, y algunas bebidas espirituosas.

Hay tres aspectos fundamentales en los trabajos realizados en las bodegas durante los procesos de elaboración del vino y que son consecuencia de las especiales propiedades del ozono:

  1. Desinfección:El ozono un desinfectante de amplio espectro, capaz de luchar con éxito no sólo contra bacterias, sino también virus, levaduras, hongos y mohos.

El Ozono reduce el coste total de productos químicos y además elimina la necesidad de neutralizar las aguas residuales y la generación de vapor para la esterilización térmica.

Esto hace al Ozono perfecto como desinfectante pues no necesita de ningún aclarado final con el consiguiente ahorro de agua, de una forma respetuosa con el medioambiente.

  1. Desodorización:

Debido a su alta reactividad y a su inestabilidad, el ozono no persiste en el ambiente. Esto convierte al ozono en un perfecto agente desodorizante no requiere ningún sistema especial de eliminación tras su aplicación. Esto además previene las contaminaciones cruzadas para el caso de ambientes que puedan comunicar olores o sabores “extraños” al vino.

  1. Decoloración:

Como consecuencia directa de su alto potencial de oxidación, está su capacidad para eliminar no sólo las partículas retenidas en los filtros tras el proceso de filtración, sino también la posibilidad de decolorar los mismos regenerándolos en su mayoría, sin afectar a la calidad del posterior filtrado y sin comunicar olores o sabores que puedan comunicarse al vino posteriormente filtrado.

REGENERACIÓN DE BARRICAS POR ULTRASONIDO

Gracias a un tratamiento con ondas de alta frecuencia esta tecnología limpia la barrica, por ahora pensado para las de 225 litros, y regenera la madera, con un proceso que dura menos de cinco minutos. La tecnología, denominada ‘Microwave Shock Pulse’ (MwSP), abre los poros y consigue lixiviar los restos de vino embebido en la madera, así como los microorganismos existentes causantes de alteraciones organolépticas en el vino como el brett. De esta forma, se recupera la microoxigenación de la madera, a su estado inicial, y se evita introducir químicos para contrarrestar la acción de los microorganismos que pueden quedar presentes mediante otras técnicas de lavado de barricas. 

 

El sistema está pensado para que las ondas lleguen a todos los puntos de la barrica, incluso debajo de los elementos metálicos. Mediante la creación de un campo homogéneo de ondas de radiofrecuencia controladas por un algoritmo se garantiza la desinfección, así como la no alteración del perfil organoléptico de la madera. A través de un software se controla también la intensidad y tiempo de limpieza, en función del estado de la barrica. Además, la temperatura alcanzada es de 65º máximo, lo que reduce el estrés frente a un tratamiento convencional por vapor. Tras la aplicación de ondas, se somete a un corto lavado a baja presión de agua caliente, para retirar todos los restos de vino, después se somete a un lavado con agua fría que cierra los poros de la madera de nuevo, y, finalmente, se acaba con un secado.

REGENERACIÓN DE BARRICAS POR AZUELADO

El azuelado es una técnica de regeneración de barricas que se emplea para limpiar los barriles para su nuevo uso. Se suele rebajar dos milímetros en su interior para quitar los tartáricos y que la barrica pueda volver a usarse alargando su vida útil. Se trabaja duela a duela de manera artesanal y manual, para, en algunos casos, posterior lavado y quemado de la madera.

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